Tiene recompensa ser bueno?

Originalmente publicado el 01 de Noviembre de 2006:


Hola a todos! Después de casi un año, vuelvo a escribir en el blog del MSN Space. La idea de este post se me ocurrió durante un viaje en bondi, en el cual suelo ponerme a reflexionar acerca de temas bastante interesantes (aunque suene medio pelotudo).

Pensaba acerca de todas las cagadas que me sucedieron durante este año signado por la mediocridad en general y no pude dejar de pensar en algo: cuál es el beneficio de ser bueno?
Me preguntaba esto porque siempre me he considerado una buena persona, apegado a ciertos códigos morales y de convivencia. Me considero un gran amigo, nunca abandono a nadie, siempre estoy para el que me necesite... en fin, creo ser un “buen pibe”.

Sin embargo, que he obtenido con esta actitud noble en la vida? Veamos: mis amigos me han abandonado, mi autoestima está realmente baja, las minas prefieren a los hijos de puta y para el ciudadano medio, soy un boludo más en esta gran ciudad.

Vamos paso por paso:

Con respecto al primer punto, es muy gracioso (o en realidad lamentable) ver como gente por la que uno dio todo y bancó a muerte, ahora toman distancia como si yo fuera un leproso o la mismísima peste negra. Tengo varias teorías al respecto, pero ninguna llega a satisfacerme. En que cabeza entra que siendo un amigazo de fierro, me terminen apartando por “razones desconocidas”?? Siempre he intentado obtener alguna respuesta y nunca obtuve ninguna seria.

Es decir, he escuchado cada cosa que dan ganas de llorar. Básicamente, y trazando un paralelo con la seriedad de lo que he escuchado, si tenía una remera negra, era mal amigo; si el día era lluvioso, era mal amigo; si tenían un accidente, era mi culpa y mal amigo. Y cuando no había ninguna incidencia para echarme la culpa, directamente tiraban mierda inventada, deporte por excelencia del argentino medio. Uno se esforzaba por ser bueno y me trataban como si me hubiera garchado a sus novias. Es realmente triste y cosas como éstas me hacen perder la fe en la raza humana (a lo Majin Buu).

Por supuesto, el tema de la autoestima está directamente ligada al punto anterior. No es fácil soportar que gente que hasta hace muy poco tiempo eran de tu plena confianza te digan barbaridades (sin fundamento, sí, pero barbaridades al fin). Uno empieza a creérsela y a decir “mierda, soy un hijo de puta... alguien que me acerque un cuchillo para cortarme las venas” o “después de Hitler, soy la peor basura humana”. Eso te carcome por dentro y te hace sentir realmente muy mal, mientras los otros que dijeron semejantes cosas como si fuera lo más natural del mundo, andan cagándose de risa por ahí. Por eso, aprendí con los años a no hacerse mala sangre. Es inútil.

Con respecto a lo de las minas, mal que le pese al género femenino, es así. Un típico buen pibe como yo tiene que lucharla siempre, mientras que los hijos de puta más grandes andan levantando con pala. El ejemplo más crudo de esto es la secundaria, donde las minas ven a un lacra arrogante, totalmente desagradable, y abren las gambas más rápido que apareamiento de mosquitos (humor nerd, jeje). Eso sí, si después les llenan el bombo y desaparecen, recién ahí buscan a un bonachón (o un pelotudón) para que hagan de padre sustituto del pobre niño. Otra vez, el bueno sale perdiendo en este caso.

Para mi último punto, en ésta sociedad mediocre falta de valores y principios, ser buena persona es ser un pelotudo. Si uno se levanta del asiento del bondi/subte para cederle el asiento a una persona mayor/embarazada, es considerado un boludo. Más si tenés para un viaje de una hora o si estás cargado de cosas. También, ser demasiado bueno en esta ciudad conduce a la ingenuidad y nosotros los argentinos somos los capos del mundo en aprovecharnos de los ingenuos. Por ejemplo, miren a los turistas. Dejando de lado el hecho de que vienen a gastar en el país, a mi me produce cierta alegría ver extranjeros cuando camino por ahí (en especial por Lavalle). No sé por qué, será que está copado ver gente de otros países apreciar lo nuestro. Sin embargo, son frecuentes las estafas y los robos a los extranjeros. Una actitud de por sí deplorable, pero que además se potencia sabiendo que ese extranjero nunca más va a pisar Argentina y le va a recomendar a todo el mundo no venir. Todo por tratar de pasar unas vacaciones en nuestro hermoso pero sufrido país.

En conclusión, uno podría afirmar que los chicos buenos terminan últimos, como dice la canción de Green Day. Sabiendo todo esto con la experiencia que tengo ahora, la pregunta cae de maduro: Si pudiera volver el tiempo atrás, cambiaría mi forma de ser y sería una mala persona? Por más tentador que suene culearme novias ajenas, golpear chicas preñadas o simplemente traer el caos al mundo, la respuesta es NO. Por qué? Porque tengo un código de honor que sigo y del cual me siento honrado de seguir. Díganme pelotudo, tarado o loco, pero yo estoy orgulloso de ser una buena persona.

Lo demás vendrá solo. Qué haría si mis antiguos amigos vuelven a buscarme? Desde ya, considero muy improbable esa opción. Hay más chances de que salga Godzilla del agua y destruya Japón a que me llame ésta gente. Pero yo estoy abierto a la charla. Después de todo, yo no fui el que los abandonó.

Bueno, quería hacer medio chico éste post, pero se me fue al carajo. Igual, me hace bien escribir esto. Me sirve para autoanalizarme y de paso, me ahorro el psicólogo (y unos cuantos pesos).


Gonzo.

PD: Dejo unas fotos mías de un viaje que hice al infierno. No me extrañaría que gente que conozco las usara para justificar su accionar ("yo sabía que era un demonio!!").



Acá me encuentro provocando un incendio en un muelle local. 10 muertos.



Después de eso, viajé através de un vórtex rumbo a otras dimensiones.



Más tarde, llegué al Lago de Fuego, donde las almas se consumen. Por supuesto, soy tan pro que salí ileso.



Finalmente, llegué al infierno, mi lugar favorito. Es tiempo de torturar pequeños animalitos y destruir a la raza humana.